LA CREACIÓN DEL PROYECTO
Hubo una vez en Internet una Comunidad de autores llamada Editorial Extravaganzia. Allí, algunos aprendices de escritores, aprendimos a que las palabras bonitas no ayudan a mejorar. A que las alabanzas solo alimentan el ego. Y algunos, a base de críticas sinceras, aprendimos un poco a escribir. O mucho. Pero no del todo. Porque nunca se acaba de aprender a escribir. Y quien dice que escribir es fácil, miente. O no valora este oficio. O las dos cosas.
Y como muchas cosas buenas, Extravaganzia se fue. Murió. Aunque no lo hizo en el ánimo de algunos que la añorabamos cada semana, de algunos que no podiamos olvidar los retos literarios que su administradora nos proponía cada semana. Ella fue la musa de muchos. Por lo menos la mía.
Así las cosas y ya que no encontré nada parecido a esa comunidad en la red, decidí crear algo parecido. No igual. Pero casi. Y lo conseguí. A día de hoy somos 430 usuarios, algunos van, otros vienen y otros muchos permanecen. Y ahora, algunos de nosotros, hemos querido saltar de Internet. Porque la red nos gusta, pero más nos gusta el papel.